martes, 17 de junio de 2014

Cuidados para nuestro cabello

¡¡Hola chicos!!

Hoy os traigo un post de belleza en el que os hablaré sobre el cuidado del pelo.

El cabello es un elemento clave en nuestra imagen física, pero a veces no le prestamos toda la atención que merece.
A continuación os cuento cuáles son los cuidados adecuados de acuerdo con sus características.
Conocer nuestro tipo de cabello es el primer paso para poder sacarle el máximo partido a nuestra belleza natural. Problemas como el encrespamiento, la excesiva presencia de grasa o las puntas abiertas mejoran notablemente con unos cuidados acertados. Para mantener el cabello en las mejores condiciones, la mejor fórmula es tener hábitos saludables, llevar a cabo unos cuidados adecuados y usar productos específicos.
El lavado se debe hacer con champús especiales para nuestro tipo de cabello, aclarando a fondo y con agua no demasiado caliente. A la hora de secar el cabello, no hay que abusar del secador ni de la plancha, y, si se utilizan, conviene aplicar antes un producto que lo proteja frente al calor.
Acondicionadores,mascarillas y serums son productos que ayudan a fortalecer el cabello y le devuelven la suavidad y el brillo, pero, al igual que el champú, deben elegirse en función del tipo de pelo o de la necesidad que tenga de reparación. 

Hay distintos tipos de cabello, según sea su forma, grosor o estado, y cada uno requiere unos cuidados específicos:
  • Seco: Es un tipo de cabello frágil y quebradizo, y, si no se trata convenientemente, pierde su elasticidad, se vuelve mas vulnerable y las puntas se abren con facilidad. La base del tratamiento consiste en un champú suave, especial para cabellos secos, rico en activos nutritivos como las ceramidas. Además del champú es imprescindible la aplicación de una mascarilla o un tratamiento rehidratante intensivo una vez a la semana.  La hidratación es fundamental en los meses de más calor, pues los rayos de sol y el agua de mar y de la piscina tienden a secar el cabello aún más, por lo que es necesario usar algun producto protector. Las personas con pelo seco deben evitar los productos químicos, que suelen ocasionar sequedad, y el uso del secador muy caliente cerca de la raíz del cabello. 
  • Graso: Cuando las glándulas sebáceas segregan más sebo de lo normal, el pelo tiende a ser graso. Este tipo de cabello se ensucia con rapidez, se apelmaza y los peinados suelen durar poco tiempo. Para mejorar su aspecto hay que lavarlo con un champú suave y específico para este problema. El acondicionador se debe aplicar solamente en las puntas, y no se han de usar productos como ceras o geles, ya que empeoran el estado del cabello. Cuando se tiene este tipo de pelo hay que evitar abusar del secador, puesto que las altas temperaturas pueden intensificar la producción de grasa. Lo más recomendable es secar los cabellos grasos con el difusor, utilizando el aire tibio y levantando las raíces para que estas se mantengan despegadas del cuero cabelludo.
  • Normal: Es el tipo de cabello más agradecido. Es fácil de peinar y de moldear, y tiene una producción normal de grasa que lo mantiene brillante y con buen elasticidad. Para conservar la salud de este tipo de cabello y su belleza natural, se debe lavar con un champú de pH neutro y aplicar un acondicionador suave. En el proceso de lavado no hay que excederse con la temperatura del agua caliente, ya que puede hacer que las escamas del pelo se abran. La mejor costumbre es terminar el lavado del cabello con agua fría, para cerrar las cutículas y aportar brillo al pelo.
  • Grueso: Es un cabello fuerte que suele ser de difícil manejo y textura áspera. El pelo grueso tiende a ser seco, por lo que es importante darle un correcto acondicionamiento. Una forma de evitar las puntas abiertas  y la rotura del cabello es peinarlo, cuando aún esté mojado, con un peine de dientes gruesos. Los geles son perfectos para peinar el cabello grueso; otro buen aliado para domar este tipo de cabello son los alisadores.
  • Fino: Se trata de un cabello delicado, que se rompe con facilidad. Es importante usar productos que aporten volumen. Con el tipo de corte también se puede lograr un mayor volumen. Así, por ejemplo, el corte a capas favorece el movimiento del cabello. Cortarse las puntas con regularidad es aconsejable para todo tipo de cabello, pero aún más para el fino, ya que tiene mayor tendencia a abrirse.
  • Rizado: El cabello rizado necesita nutrición para que resulte más manejable. Es un pelo con tendencia a la sequedad y al encrespamiento, por lo que requiere cuidados específicos. Si la onda es muy cerrada y se quiere conseguir una ondulación menos marcada, se puede realizar un tratamiento de queratina. A la hora de peinarlo, debe hacerse con un peine de púas anchas, y siempre de madera, par evitar el efecto de la electricidad estática.
  • Liso: El brillo es la clave para realzar un cabello liso. Existen en el mercado productos que potencian el brillo natural del cabello. Además, es recomendable lavarlo con agua templada. Los cortes de pelo rectos hacen que sea más fácil mantener la melena lisa.


Hay que recordar que el cabello teñido sufre alteraciones por los efectos del sol, sobre todo los rubios de tonos claro, que se descoloran. Para evitarlo, conviene evitar exposiciones demasiado prolongadas del cabello al sol, usar sombrero y aplicarse acondicionadores apropiados que lo protejan. El cabello con color también tiene tendencia a la sequedad, por lo que se deben utilizar productos hidratantes.




Espero que llevéis a la práctica estas mascarillas y me contéis vuestras reacciones y opiniones.

¡Hasta pronto amigos!

R.

lunes, 9 de junio de 2014

Mascarillas caseras

¡¡Hola chicos!!

Después de bastante tiempo ya vuelto a estar por aquí.
Hoy os traigo un post de belleza dedicado principalmente a las chicas.
¿Queréis saber como tener una piel perfecta sin gastar mucho dinero? Sigue leyendo y ¡lo descubrirás!

La cosmética casera es natural, y constituye una opción muy barata para el cuidado de la piel y el cabello. Con las mascarillas elaboradas en casa tendremos la seguridad de que no vamos a utilizar productos que químicos que puedan ser irritantes y agresivos. Son muchos los ingredientes que podemos usar para elaborar una mascarilla, aunque la elección dependerá de nuestro tipo de piel o de cabello. A continuación os expongo cinco propuestas que se pueden preparar en tan solo unos minutos:

  • De huevo y miel. Los nutrientes del huevo son idóneos para combatir la flacidez de la piel. La miel, por su parte, aporta suavidad. Ésta mascarilla está recomendada para la piel seca y para prevenir la aparición de arrugas. Solo es necesario un huevo, una cucharada de miel y, opcionalmente, una cucharada de agua de rosas y mezclar bien los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea y compacta. esta mascarilla reafirmante se debe aplicar unas dos o tres veces por semana para ver los resultados.
  • De pepino y yogur. El pepino es conocido por sus propiedades para el cuidado de la piel. En cutis grasos o con acné ayuda a disminuir el exceso de grasa cerrando los poros dilatados. Además, resulta ideal para rehidratar la piel, devolviéndole frescura y suavidad. Para hacer una mascarilla facial casera solo hay que pelar y triturar medio pepino y añadir tres cucharadas de yogur natural sin azúcar y una cucharada de miel para obtener una mezcla consistente. 
  • De aguacate y limón. Esta mascarilla facial es ideal para el tratamiento de pieles grasas o mixtas. El aguacate es muy nutritivo y estimula la formación de colágeno. Mezclado con el limón. ayuda  a frenar la aparición de impurezas, como granitos o puntos negros, en el rostro. La mascarilla se hace machacando la pulpa de un aguacate pelado. Es mejor que esté maduro, para poder triturarlo más fácilmente y que tenga una consistencia cremosa. Después, solo hay que añadir un poco de zumo de limón. 
  • De aceite de oliva. Las mascarillas hechas a base de aceite de oliva son idóneas para las pieles secas, ya que, gracias a sus componentes nutritivos, consiguen que la piel tenga mayor hidratación. También son perfectas para restablecer el buen estado del cabello seco y dañado. Al mezclar una cucharada grande de aceite de oliva con un huevo se consigue una buena mascarilla capilar. Después de aplicarla sobre el cabello hay que cubrir la cabeza con una toalla y dejar actuar unos 30 minutos, para lavarlo a continuación como de costumbre.
  • De zanahoria. La zanahoria mejora el proceso de renovación celular de la piel. Un tratamiento para conseguir que la piel del rostro esté más elástica y tersa consiste en pelar un par de zanahorias, cocerlas y convertirlas en puré. Una vez que la crema se haya enfriado, ya se puede extender por el rostro y el cuello. Después se deja actuar durante unos quince minutos y se retira con agua tibia.

 Recordar que antes de la aplicación de la mascarilla es preciso lavar muy bien la cara. En general, basta con dejarla actuar 10 o 15 minutos y retirarla con agua tibia para lograr resultados sobre la piel del rostro y del cuello. Las mascarillas caseras no deben aplicarse en los ojos o los labios. Si es la primera vez que se va a usar, conviene probarla en la parte interna del brazo por si causa un reacción alérgica. 


Espero que llevéis a la práctica estas mascarillas y me contéis vuestras reacciones y opiniones.

Nos os perdáis el próximo post en el que os hablaré sobre como cuidar nuestro pelo.

¡Hasta pronto amigos!


 R.